ACTA APOSTOLICAE SEDIS

 520 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 521

 522 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 523

 524 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 525

 526 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 527

 528 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 529

 530 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 531

 532 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 533

 534 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 535

 536 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 537

 538 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 539

 540 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 541

 542 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 543

 544 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 545

 546 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 547

 548 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 549

 550 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 551

 552 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 553

 554 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 555

 556 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 557

 558 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 559

 560 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 561

 562 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 563

 564 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 565

 566 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 567

 568 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 569

 570 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 571

 572 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 573

 574 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 575

 576 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 577

 578 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 579

 580 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 581

 582 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 583

 584 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 585

 586 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 587

 588 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 589

 590 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 591

 592 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 593

 594 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 595

 596 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 597

 598 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

Acta Francisci Pp. 525

EPISTULA

Ad Eminentissimum Dominum Marcum Armandum Cardinalem S.R.E. Ouellet, Praesidem Pontificiae Commissionis pro America Latina.

Eminencia: Al finalizar el encuentro de la Comisión para América Latina

y el Caribe tuve la oportunidad de encontrarme con todos los participan-

tes de la asamblea donde se intercambiaron ideas e impresiones sobre la

participación pública del laicado en la vida de nuestros pueblos.

Quisiera recoger lo compartido en esa instancia y continuar por este

medio la reflexión vivida en esos días para que el espíritu de discernimiento

y reflexión "no caiga en saco roto"; nos ayude y siga estimulando a servir

mejor al Santo Pueblo fiel de Dios.

Precisamente es desde esta imagen, desde donde me gustaría partir

para nuestra reflexión sobre la actividad pública de los laicos en nuestro

contexto latinoamericano. Evocar al Santo Pueblo fiel de Dios, es evocar el

horizonte al que estamos invitados a mirar y desde donde reflexionar. El

Santo Pueblo fiel de Dios es al que como pastores estamos continuamente

invitados a mirar, proteger, acompañar, sostener y servir. Un padre no

se entiende a sí mismo sin sus hijos. Puede ser un muy buen trabajador,

profesional, esposo, amigo pero lo que lo hace padre tiene rostro: son sus

hijos. Lo mismo sucede con nosotros, somos pastores. Un pastor no se con-

cibe sin un rebaño al que está llamado a servir. El pastor, es pastor de un

pueblo, y al pueblo se lo sirve desde dentro. Muchas veces se va adelante

marcando el camino, otras detrás para que ninguno quede rezagado, y no

pocas veces se está en el medio para sentir bien el palpitar de la gente.

Mirar al Santo Pueblo fiel de Dios y sentirnos parte integrante del mismo

nos posiciona en la vida y, por lo tanto, en los temas que tratamos de una

manera diferente. Esto nos ayuda a no caer en reflexiones que pueden, en sí

mismas, ser muy buenas pero que terminan funcionalizando la vida de nues-

tra gente, o teorizando tanto que la especulación termina matando la acción.

Mirar continuamente al Pueblo de Dios nos salva de ciertos nominalismos

declaracionistas (slogans) que son bellas frases pero no logran sostener la vida

de nuestras comunidades. Por ejemplo, recuerdo ahora la famosa expresión:

"es la hora de los laicos" pero pareciera que el reloj se ha parado.