ACTA APOSTOLICAE SEDIS

 ACTA APOSTOLICAE SEDIS

 2 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 3

 4 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 5

 6 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 7

 8 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 9

 10 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 11

 12 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 13

 14 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 15

 16 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 17

 18 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 19

 20 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 21

 22 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 23

 24 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 25

 26 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 27

 28 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 29

 30 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 31

 32 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 33

 34 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 35

 36 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 37

 38 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 39

 40 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 41

 42 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 43

 44 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 45

 46 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 47

 48 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 49

 50 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 51

 52 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 53

 54 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 55

 56 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 57

 58 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 59

 60 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 61

 62 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 63

 64 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 65

 66 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 67

 68 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 69

 70 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 71

 72 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 73

 74 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 75

 76 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 77

 78 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 79

 80 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Congregationum 81

 82 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 83

 84 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 85

 86 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 87

 88 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Episcopis 89

 90 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Episcopis 91

 92 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatiopro Gentium Evangelizatione 93

 94 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatiopro Gentium Evangelizatione 95

 96 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 97

 98 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 99

 100 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 101

 102 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 103

 104 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 105

 106 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 107

 108 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 109

 110 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

Acta Francisci Pp. 15

Frente a todas estas situaciones, así y todos tenemos que decir con

Isabel: « Feliz de ti por haber creído », y aprender de esa fe recia y servicial

que ha caracterizado y caracteriza a nuestra Madre.

Celebrar a María es, en primer lugar, hacer memoria de la madre, hacer

memoria de que no somos ni seremos nunca un pueblo huérfano. ¡Tenemos

Madre! Y donde está la madre hay siempre presencia y sabor a hogar. Donde

está la madre, los hermanos se podrán pelear pero siempre triunfará el sentido

de unidad. Donde está la madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad.

Siempre me ha impresionado ver, en distintos pueblos de América Latina,

esas madres luchadoras que, a menudo ellas solas, logran sacar adelante a

sus hijos. Así es María. Así es María con nosotros; somos sus hijos: Mujer

luchadora frente a la sociedad de la desconfianza y de la ceguera, frente a

la sociedad de la desidia y la dispersión; Mujer que lucha para potenciar la

alegría del Evangelio. Lucha para darle « carne » al Evangelio.

Mirar la Guadalupana es recordar que la visita del Señor pasa siempre por

medio de aquellos que logran « hacer carne » su Palabra, que buscan encarnar

la vida de Dios en sus entrañas, volviéndose signos vivos de su misericordia.

Celebrar la memoria de María es afirmar contra todo pronóstico que « en el

corazón y en la vida de nuestros pueblos late un fuerte sentido de esperanza,

no obstante las condiciones de vida que parecen ofuscar toda esperanza ».3

María, porque creyó, amó; porque es sierva del Señor y sierva de sus

hermanos. Celebrar la memoria de María es celebrar que nosotros, al igual

que ella, estamos invitados a salir e ir al encuentro de los demás con su

misma mirada, con sus mismas entrañas de misericordia, con sus mismos

gestos. Contemplarla es sentir la fuerte invitación a imitar su fe. Su presencia

nos lleva a la reconciliación, dándonos fuerza para generar lazos en nuestra

bendita tierra latinoamericana, diciéndole « sí » a la vida y « no » a todo tipo

de indiferencia, de exclusión, de descarte de pueblos o personas.

No tengamos miedo de salir a mirar a los demás con su misma mirada. Una

mirada que nos hace hermanos. Lo hacemos porque, al igual que Juan Diego,

sabemos que aquí está nuestra madre, sabemos que estamos bajo su sombra y su

resguardo, que es la fuente de nuestra alegría, que estamos en el cruce de sus brazos.4

3 V ConferenCIA GenerAl Del epISCopADo lAtInoAmerICAno y Del CArIbe, Documento de Aparecida (29 junio 2007), 536.

4 Cf. Nicam Mopohua, 119: « No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? ».