ACTA BENEDICTI PP. XVI

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale2

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 3. Un terzo elemento, che in modo sempre più naturale e centrale fa parte

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 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale54

 Acta Benedicti Pp. XVI 55

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale56

 Acta Benedicti Pp. XVI 57

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale58

 Acta Benedicti Pp. XVI 59

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 Acta Benedicti Pp. XVI 61

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale62

 Acta Benedicti Pp. XVI 63

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale64

 Acta Benedicti Pp. XVI 65

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale66

 Congregatio pro Episcopis 67

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale68

 Congregatio pro Episcopis 69

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 Congregatio pro Gentium Evangelizatione 71

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 Diarium Romanae Curiae 73

 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale74

 Diarium Romanae Curiae 75

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 Diarium Romanae Curiae 77

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Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale4

histórico-cultural, siendo siempre defensores de la vida humana desde su

concepción hasta su ocaso natural y promotores de la paz; han de tutelar

igualmente la familia en su genuina naturaleza y misión, intensificando al

mismo tiempo una vasta y capilar tarea educativa que prepare rectamente a

las personas y las haga conscientes de sus capacidades, de modo que afronten

digna y responsablemente su destino. Están llamados asimismo a fomentar

cada vez más iniciativas acertadas y programas efectivos que propicien la

reconciliación y la fraternidad, incrementen la solidaridad y el cuidado del

medio ambiente, vigorizando a la vez los esfuerzos para superar la miseria, el

analfabetismo y la corrupción y erradicar toda injusticia, violencia, crimina-

lidad, inseguridad ciudadana, narcotráfico y extorsión.

Cuando la Iglesia se preparaba para recordar el quinto centenario de la

plantatio de la Cruz de Cristo en la buena tierra del continente americano, el

beato Juan Pablo II formuló en su suelo, por primera vez, el programa de una

evangelización nueva, nueva « en su ardor, en sus métodos, en su expresión ».11

Desde mi responsabilidad de confirmar en la fe, también yo deseo animar el

afán apostólico que actualmente impulsa y pretende la «misión continental »

promovida en Aparecida, para que « la fe cristiana arraigue más profunda-

mente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como

acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo ».12 Ası́ se multi-

plicarán los auténticos discı́pulos y misioneros del Señor y se renovará la

vocación de Latinoamérica y el Caribe a la esperanza. Que la luz de Dios

brille, pues, cada vez más en la faz de cada uno de los hijos de esa amada

tierra y que su gracia redentora oriente sus decisiones, para que continúen

avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el

desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia. Con estos

vivos deseos, y sostenido por el auxilio de la providencia divina, tengo

la intención de emprender un Viaje apostólico antes de la santa Pascua a

México y Cuba, para proclamar allı́ la Palabra de Cristo y se afiance la

convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe

recia, una esperanza viva y una caridad ardiente.

Encomiendo todos estos propósitos a la amorosa mediación de Santa

Marı́a de Guadalupe, nuestra Madre del cielo, ası́ como los actuales destinos

11 Cfr Discurso a la Asamblea del CELAM, 9 marzo 1983, III: AAS 75, 1983, 778. 12 V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento conclu-

sivo, 13.