ACTA APOSTOLICAE SEDIS

 1000 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1001

 1002 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

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 Acta Francisci Pp. 1039

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 Acta Francisci Pp. 1047

 1048 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1049

 1050 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1051

 1052 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1053

 1054 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1055

 1056 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1057

 1058 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1059

 1060 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1061

 1062 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1063

 1064 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1065

 1066 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1067

 1068 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1069

 1070 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1071

 1072 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 1073

 1074 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1075

 1076 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1077

 1078 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1079

 1080 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1081

 1082 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 1083

 1084 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 1085

 1086 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 1087

 1088 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Episcopis 1089

 1090 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 1091

 1092 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 1093

 1094 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

1054 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale

que hacen crecer a sus hijos y los educan, y que los llevan adelante, y que

crean una sociedad de bondad, de verdad y de belleza.

Estamos en la fiesta de las familias. La familia tiene carta de ciudada-

nía divina. ¿Está claro? La carta de ciudadanía que tiene la familia se la

dio Dios, para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y

la belleza. Claro, algunos de ustedes me pueden decir: « Padre, usted ha-

bla así porque es soltero ». En la familia hay dificultades. En las familias

discutimos. En las familias a veces vuelan los platos. En las familias los

hijos traen dolores de cabeza. No voy a hablar de las suegras. Pero en las

familias siempre, siempre, hay cruz; siempre. Porque el amor de Dios, el

Hijo de Dios, nos abrió también ese camino. Pero en las familias también,

después de la cruz, hay resurrección, porque el Hijo de Dios nos abrió

ese camino. Por eso la familia es -perdónenme la palabra- una fábrica

de esperanza, de esperanza de vida y resurrección, pues Dios fue el que

abrió ese camino. Y los hijos. Los hijos dan trabajo. Nosotros como hijos

dimos trabajo. A veces, en casa veo algunos de mis colaboradores que

vienen a trabajar con ojeras. Tienen un bebé de un mes, dos meses. Y les

pregunto: « ¿No dormiste? ». Y él: « No, lloró toda la noche ». En la familia

hay dificultades, pero esas dificultades se superan con amor. El odio no

supera ninguna dificultad. La división de los corazones no supera ninguna

dificultad. Solamente el amor es capaz de superar la dificultad. El amor

es fiesta, el amor es gozo, el amor es seguir adelante.

Y no quiero seguir hablando porque se hace demasiado largo, pero

quisiera marcar dos puntitos de la familia en los que quisiera que se tu-

viera un especial cuidado. No sólo quisiera, tenemos que tener un especial

cuidado. Los niños y los abuelos. Los niños y los jóvenes son el futuro, son

la fuerza, los que llevan adelante. Son aquellos en los que ponemos espe-

ranza. Los abuelos son la memoria de la familia. Son los que nos dieron la

fe, nos transmitieron la fe. Cuidar a los abuelos y cuidar a los niños es la

muestra de amor -no sé si más grande, pero yo diría- más promisoria de

la familia, porque promete el futuro. Un pueblo que no sabe cuidar a los

niños y un pueblo que no sabe cuidar a los abuelos, es un pueblo sin futu-

ro, porque no tiene la fuerza y no tiene la memoria que lo lleve adelante.

La familia es bella, pero cuesta, trae problemas. En la familia a veces hay

enemistades. El marido se pelea con la mujer, o se miran mal, o los hijos